Ouagadougou, 11 may (Prensa Latina) Un sabor agridulce deja hoy en los seguidores del asesinado presidente burkinabé Thomas Sankara (1983-1987) las reparaciones civiles dictadas por un tribunal militar en Burkina Faso.
La corte concedió la víspera de manera simbólica a los deudos de Sankara un franco CFA (0,0016 dólares) por daños morales, pero se negó a modificar el certificado de defunción del mandatario.
El líder panafricanista fue asesinado el 15 de octubre de 1987 por un comando golpista dirigido por su compañero de armas Blaise Compaoré, que presidió el país hasta 2014 cuando se asiló en Costa de Marfil.
El certificado de defunción de Sankara estableció que su muerte fue por causas naturales a pesar de ser víctima de varios disparos de armas de fuego junto a otros 12 colaboradores, cuyos huérfanos y viudas obtuvieron de 2,5 a 50 millones de francos CFA (de cuatro mil 21 a 80 mil 435 dólares).
Las sumas las deberán pagar cada uno de los 11 condenados, cuyas sentencias se conocieron el pasado 6 de abril. Además deberán cubrir los gastos de los abogados extranjeros en la parte acusadora.
Igualmente, el presidente del tribunal, Urbain Méda, denegó la restauración de los bienes materiales sustraídos durante los hechos, especialmente su anillo matrimonial y una pistola.
Lamentamos la decisión de la sala de no conceder esta petición, pues es un perjuicio que está ahí, expresó Benewendé Sankara, uno de los abogados de la familia en declaraciones recogidas por el portal Burkina24.
El juicio comenzó el 11 de octubre del año pasado y para llegar al veredicto testificaron más de 110 testigos con un cúmulo de 20 mil cuartillas con sus declaraciones.
Tres de los principales acusados fueron sentenciados a cadena perpetua: el expresidente Compaoré, el jefe de su dispositivo de seguridad en 1987, Hyacinthe Kafando, y el general Gilbert Diendére, imputado por atentado a la seguridad del Estado, complicidad en asesinato y ocultación de cadáveres.
Reconocido como padre de la revolución burkinabesa, Sankara estableció durante su gobierno una campaña de alfabetización, el reparto de tierras a desposeídos y la nacionalización de los recursos naturales del país.